La nuera
(La nuora)
Bruno Cicognani
Editorial Kraft
Colección Vértice
1956
Traducción de Enrique P. García
Tapa blanda, rústica con solapas
454 páginas
Impreso en Buenos Aires (Argentina)
✶ ESTADO: 9/10. Muy buen estado
Detalles de desgaste en el lomo (ver fotos)
✶ SINOPSIS: (Texto en solapas)
Este libro, por muchos motivos extraordinario, es una razonable de defensa de las sobresalientes y positivas características de la juventud contemporánea, especialmente de las mujeres. EI relato comienza cuando el señor César y su esposa Lucía, un matrimonio típicamente burgués, cuya vida trascurre plácidamente, sin sobresaltos ni grandes acontecimientos familiares y hogareños, entran en ese periodo de la vida en que mente y corazón se aquietan y dejan que la vida tome el rumbo natural a que está destinada, como arroyo que serpentea y llega al mar sin que nada ose desviarlo o retenerlo. Sus dos hijos primeros habían muerto muy pequeños y el tercero, Antonio, había sobrevivido a los peligros propios de la niñez. Para ambos era lo único que tenían en la vida y se comprende que trataran de protegerlo y encerrarlo en una atmósfera de amor paternal. Como hijo único, Antonio era una especie de consentido, acaso por esa gran fuerza afectiva y ese afán egoísta que generan en los padres los hijos únicos, y que se acrecientan cada vez más, hasta convertirse en una especie de ceguera para todos los defectos que presentan tales hijos y en una excesiva solicitud y dedicación hacia ellos. Generalmente ese desarrollo del afecto paternal y maternal es superior en la madre.
En la protagonista del libro también ocurre ese fenómeno, y Lucía sentía por su hijo un amor que podría calificarse de alta potencia, que se había manifestado en una fuerte influencia, sin llegar a ser autoritaria. Pero en la cima de ese amor maternal, correspondido por un igual amor filial, sin secretos e impermeable a influencias extrañas, entra como un torbellino en la vida de ambos una mujer: Clara; frágil, hermosa, culta, que fascina y atrae al hijo y despierta los violentos celos de la madre. Se entabla, entonces, sorda lucha entre ambas, una verdadera guerra, pero llena de fingimientos, sonrisas y complacencias.
No es solamente la lucha entre la madre y la novia, sino, principalmente, entre la mujer de una época pasada y la joven de nuestros días, con ropas, modales y aspecto exterior que cho can a las mujeres que hoy ya han pasado de los cincuenta años de edad, y que consideran a las jóvenes como libres, vacías y superficiales, mientras que muchas de éstas, las que realmente pueden llamarse y considerarse mujeres, son seres de vi da interior plena, con sus afanes y sus dramas, vividos intensamente, con un hondo sentido del placer de vivir, acaso sofocado en otros tiempos. Dijimos que el libro es una obra extraordinaria, y lo es por la índole del tema, que es un problema con temporáneo, dada la gran cantidad de hijos únicos que existen hoy; por las características psicológicas de sus personajes, profundamente tratados por el autor, con sus virtudes y defectos; por la factura literaria del trabajo, sencilla pero atrayente. In dudablemente se está frente a un gran libro, que puede y debe ser leído por todos los padres y todas las mujeres.
Bruno Cicognani (1879-1971)