✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴ ✴ envíos gratis a Argentina a partir de $80.000 ✴ envíos a toda Argentina y el mundo ✴
$25.72 USD
Precio sin impuestos $21.26 USD
1 en stock
Entregas para el CP:
Medios de envío
Calcular
No sé mi código postal

La pérdida del reino         

José Bianco      

Siglo XXI Editores 

1972 - 1 ed. (primera edición)

Tapa blanda, rústica con solapas     

370 páginas

Impreso en Argentina

 

✶ ESTADO: 9/10. Excelente. Detalles mínimos de desgaste. Interior impecable.

 

✶ SINOPSIS:

Un oscuro crítico literario y profesor de la Universidad Nacional de Buenos Aires asume al final de la vida su absoluta incapacidad creativa. No obstante, esta conciencia “aspiraba ridículamente a ser alguien, a crear algo, a sobrevivir de alguna manera en la memoria desconcertante de los hombres”. En la víspera de su muerte, busca a un antiguo conocido suyo, editor acucioso, a quien entregará dos pesados legajos que podrían servir como punto de partida en la redacción de su biografía. Este hombre infértil, al desconocerse como creador quiere trascender como personaje de una futura hipotética novela escrita por aquel amigo, quien dará consistencia literaria a una existencia apenas trágica. Aunque será la muerte la que presida estas páginas. La pérdida del reino es un juguete malévolo que investiga los vicios de la sociedad literaria, y el drama mínimo de un personaje consagrado a la mediocridad. Esta novela inesperada ratificó la fuerza y la elegancia de Bianco como uno de los espíritus más sutiles de la cultura hispánica del siglo.

 

José "Pepe" Bianco

 

✶ EXTRA: José Bianco y La pérdida del reino, por Enrique Pezzoni

 

El terso lenguaje, la ajustada estructura de esta última novela de José Bianco proponen al lector un vértigo peculiar. No sólo exigen de él ese acto de entrega total a que siempre insta la mejor literatura: también le imponen el ejercicio constante e la lucidez crítica. Quizás de esto surja la fascinación de La perdida del reino: lúcido y traslúcido, a partir de este texto, son términos afines. Una crónica precisa, minuciosa hasta la exacerbación. Muestra más que narra, hechos sobre los cuales la mirada hipnotizada del lector se posa sin cesar revelando que en ellas mismas consiste el sentido final de la novela: narrarse a sí misma, mostrarse como un complejo acto de comunicación en que evocados intercambian y a la vez iluminan sus esencias intransferibles. Casi treinta años separan La pérdida del reino de Las ratas, penúltima novela de José Bianco. Largo lapso que explica hasta qué punto esa perfección, púdicamente disfrazada de llaneza, es para el escritor el logro más difícil. Quizás en los muchos ensayos literarios que José Bianco escribió en ese período esté la cifra del esfuerzo por llegar a la forma última, sólo perceptible en la invisibilidad. En Sombras suele vestir (1941), en Las ratas (1943), José Bianco deslumbró a los críticos y lectores mostrando que las técnicas del relato eran para él la metáfora de una imposibilidad radical del ser humano: la del contacto con la persona querida. En Sombras suele vestir, el contacto sólo se daba con el fantasma de una muerta, elaborado por un cerebro alucinado. En Las ratas, sólo ocurría mediante un crimen, reemplazo de la unión imposible. Ahora, en La pérdida del reino, el hondo parentesco con aquellos libros “de rica, voluntaria ambigüedad” (J. L. Borges) está presente en la serie de uniones carnales a que el protagonista se entrega sin advertir nunca que sustituyen la única unión que ha deseado siempre. Hacer que otra persona cuente lo que no puede contarse, convertir en situación de escritura lo que es vida inconfesable: ¿no es descubrir que tanto el acto de escribir como el de vivir son tan sólo problemáticos intentos y que en ello reside su irresistible grandeza? “Asi la novela tiende a hablarnos de su propia existencia; y podemos decir que empieza donde termina; porque la existencia misma de la novela es el último eslabón de su intriga y allí terina la historia contada, la historia de la vida, allí exactamente empieza la historia de narrar, la historia literaria” (T. Todorov, Literatura y significación). El procedimiento se enjuicia a sí mismo; asi enjuicia a lo que se propone transmitir —o crear—: la plenitud de lo vivido. Los personajes de La pérdida del reino —aparentemente cínicos, refugiados en una impasible elegancia, enmascarados en un hablar cotidiano que reproduce puntualmente el habla de ciertas esferas porteñas— ingresan de este modo en el ámbito de la gran literatura: la que es siempre metáfora de a suprema dificultad de vivir.

 

Enrique Pezzoni